He aquí un cuaderno de notas que no ocupa centímetros cuadrados, unos momentos de éxtasis o de desencanto transcritos a la lengua, plasmados en ordenadas, desfilantes letras; he aquí un espacio virtual donde el mundo es poliédrico, donde el tiempo es un garabato, donde las ideas claras son sutiles sensaciones atrapadas por el instinto...donde, entre cráteres y honda oscuridad, puedes oír cómo, hasta en la superficie lunar, hay algo que susurra.
martes, 16 de noviembre de 2010
Los paupérrimos puntos suspensivos
Hoy por aquellos, los puntos suspensivos: porque dejan ideas en vilo, porque las sobreentienden. Puntos suspensivos...puntos suspensivos extendiendo ejemplos a la eternidad, crisis y liberación de la severa rigidez sujeta en una frase, la exactitud taxativa, definitoria: limitadora. Como si quebraran uno de los tiránicos laterales de un cuadrado y el blanco contenido en él se desparramase por la plenitud del resto de la hoja. Por ellos, que tanto se ufanan de decir mucho, y tan poco dicen. Afirman abrazar multitudes, y son sólo ¡miserables! un ahorro de tinta. Yo sólo aprecio en ellos esa musicalidad tan espontánea e inmanente que dejan tras de sí. Y con todo, y sin tanto, ellos tan vagos, tan pretenciosos, se arrogan poder decir, aún comentar, el universo entero en el cadáver de un segmento mutilado: ...
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